jueves, 2 de abril de 2009

Lleva más de un año aplaudiendo

Un colombiano de 29 años, Alberto Soleares, no puede dejar de aplaudir desde hace trece meses, ni siquiera cuando duerme. Vive solo cerca de Bogotá, pues sus hermanos y demás familiares no podían soportar la lata de sus constantes aplausos.
Eminentes médicos llegados de Estados Unidos han tratado su caso sin éxito, al parecer, único en el mundo. Pero aunque no han sido capaces de curarle sí han logrado al menos aliviarle, reeducándolo, ya que, al principio, el enfermo, en vez de aplaudir directamente con las manos se daba tortas en la cara.
Mientras investigan una posible cura, Alberto se ha adaptado a vivir aplaudiendo y, entretanto espera una solución definitiva, se gana la vida haciendo de público entusiasta en un exitoso concurso de televisión. Además, se ha apuntado a una escuela de flamenco que hay en la capital colombiana con el fin de ampliar horizontes profesionales y no descarta en el futuro, cuando esté preparado y curtido en este bello arte, viajar a España en busca de una oportunidad como palmero.

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