jueves, 6 de mayo de 2010

El cuento de la rana y el anciano

Un anciano estaba pescando sentado en su bote de remos, cuando de repente saltó una rana del río dentro de la embarcación.
La rana, muy animadamente, comenzó a suplicarle ayuda: “¡Auxilio, por favor, buen señor. Yo soy una hermosa princesa. Una cruel bruja me transformó en una rana. Solamente bésame, y seré transformada de nuevo en una princesa!”
El viejo, sin decirle nada, la levantó y la metió en su bolsillo. Entonces remó a la ribera del río y desembarcó. Sacó la rana de su bolsillo, y la rana comenzó a suplicarle de nuevo: “¡Por favor, buen señor, sólo bésame y seré transformada de nuevo en una hermosa princesa, y seré tuya para siempre!”. Pero esta vez el anciano le contestó: “Mira, a mi edad, prefiero tener una rana que habla antes que una princesa.”

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