
Y es que de casta le viene al galgo. El padre de la criatura, Manuel Jorge, ahora entrenador, llegó a ser campeón nacional de boxeo en la categoría de semi-pesado de su país por lo que no resulta nada extraño que el pequeño haya salido como ha salido: tan fiera.
(Aquí su padre intentando, infructuosamente, acongojarlo un poco
para que no le vacile tanto a su pobre madre:
"A la mama, no, ¿eh?, ya no más Juanito", le dice.)
Aunque está todavía convaleciente de sus heridas, María Rosa, y a pesar del daño, dice no guardar ningún rencor hacia su hijo.
Muy al contrario, está orgullosa de él. Lo que más desea ahora es que el pequeño llegue algún día a convertirse en campeón mundial de boxeo.
Para ello, a Juanito le han comprado un pequeño "punching hall" para que se entrene y así, de paso, deje en paz a su buena madre.
Vía - Agencia WWN - Noticias del mundo
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