El método científico es que la persona en cuestión se agache. Si, claro, que se agache como una rana y que comience a dar saltos, una y otra vez. Si la rana no sale inmediatamente, lo mejor es que la persona canturree en voz alta: "Yo salto mejor que las ranas, yo salto mejor que las ranas...". Y así, hasta que la rana, picada en su orgullo, quiera saltar mejor que la persona y salga fuera.
Cuando la rana haya salido, ¿qué se debe hacer?... Pues, dejar en paz a la rana, que siempre sabe cómo volver a su casa, y ocuparse de uno mismo. Si la persona se encuentra ya bien, se comerá un bocadillo de ancas de rana. Salvo que no tenga hambre y, entonces, es mejor esperar a la hora de la merienda, por ejemplo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario